El dinero lo es TODO en esta vida

Por: Carlos Daniel Figueroa
@carlos_daniel_

Si el titulo te pareció raro, dedícame 5 minutos. Te aseguro que no te vas a aburrir.

Desde temprana edad (por lo menos desde la mía), la vida nos enseña que tenemos que sudar para obtener lo que queremos. Por ejemplo, si a los cuatro años se me antojaba un juguete, y [obviamente] no tenía la plata para ello, en la casa me decían que si me portaba bien, entonces me lo compraban. Te van programando… y no es que esté “mal”, pero no me parece lo más lógico.

Te explico, cuando ya tenemos edad para ir al colegio nos envían [si somos privilegiados] con todo el propósito de que podamos recibir algo a cambio: educación. Ya cuando crecemos, nos toca la vida universitaria y nos damos cuenta de que no es lo que pensábamos. Nos damos cuenta de que nos enseñaron las materias, pero no cómo tener razonamiento crítico y ser independientes. Y, la verdad, creo que esto ni siquiera tiene que ver con el país, porque he estudiado dentro y fuera de América y me pareció un poco distinto, pero con el mismo sabor.

Ya cuando vamos a ser “grandes” nos damos cuenta de que todo ese tiempo invertido en “educación” será puesto en prueba. ¡Felicidades, nos convertimos en MÁQUINAS programables! ¿O aún no te has dado cuenta? Trabajamos para obtener un resultado. Somos máquinas. Todo te resulta perfecto en la vida si eres bueno ejerciendo. Repito, si eres bueno ejerciendo

¿Tengo que explicarme mejor? ¿Piensas que me he salido del tema? Toma un segundo y haz un recuento de tu vida por un momento, recuerda todas las veces llegaste agobiado del trabajo, cuántas veces discutiste con un colega, cuántas veces te desquitaste con alguien que te ama… Y todo esto por el maldito dinero. Por el miedo de que como algo salió mal, vas a dejar de recibir lo que quieres.

Toda nuestra vida se basan en trabajar para traer plata a la casa. Luego te levantas, y repites lo mismo por alrededor de 30 años, si tienes suerte.

Ninguno de nosotros pidió estar en este mundo, y no es que sea un malagradecido. Pero, ¿cuándo vamos a tomar unos segundos para vivir? ¿Por qué tenemos que esperar una fecha en particular para decirle a alguien cuánto lo amas? ¿Por qué nos vamos de las fiestas temprano si al otro día trabajamos? ¿Por qué no podemos hacer lo que realmente nos place todo el tiempo? Sencillo, por el dinero. Por más que lo quieran disfrazar, la respuesta para todas estas preguntas es una: el dinero.

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Carlos Daniel Figueroa

Joven universitario en busca de un futuro inimaginable. Amo debatir y me considero un hermano e hijo fiel. Mi mayor hallazgo fue jugar béisbol por 13 años (claro, si sabes mi historia). Siempre que me propongo una meta la termino logrando; fallé y fallaré una sola vez. Amo viajar y, por supuesto, odio perder.