Estados Unidos: Unos viven armados y otros viven con miedo

AP

Al menos 13 personas murieron anoche en un bar en California (según CBS) , cuando un hombre armado decidió abrir fuego sin razón alguna. El incidente pasó en la ciudad de Thousand Oaks, durante lo que CNN describe como una noche de música country para estudiantes universitarios.

Este tiroteo no es diferente a ningún otro si lo comparamos con los tantos que pasan en Estados Unidos. Como en la mayoría: un hombre común agarró su pistola de cañón corto y le disparó a inocentes. Sin embargo, este incidente me impactó un poquito más por la cercanía.

La tragedia ocurrió en un bar llamado Borderline Bar & Grill, a unos 35-40 minutos de mi apartamento. Eso es nada. Eso es ahí al lado. Eso es un lugar donde, si me hubieran invitado, hubiera ido. Es tan cerca de mi apartamento, que me hace pensar que ese tiroteo pudo haber sido aquí y no allá. Además, el lugar también tiene noches de salsa de vez en cuando, así que más grande es la posibilidad de que uno de mis amigos y yo hubiera estado en un lugar como ese.

El establecimiento estaba lleno de universitarios. Y me acordé que cuando yo estudiaba en Ohio no me perdía un quince. Iba a todas las fiestas posibles, incluyendo las de música country (¿o por qué cree usted que puedo cantar de principio a fin la canción “Take Me Home, Country Roads”?).

Ya las autoridades informaron que el atacante (quien murió en la escena) tiene 28 años (mi edad) y es exmiembro del U.S. Navy. Así que rápido entra lo del PTSD (post-traumatic stress disorder) a causa de lo vivido mientras era parte de la Armada de Estados Unidos. Y aunque estos traumas son muy válidos y reales, no son excusa para que OTRA VEZ pase lo mismo.

Pero la verdad es que yo no voy a entrar en los traumas de los militares ni en la necesidad de controlar el acceso a las armas en este país con síndrome de grandeza. De lo que sí puedo hablar es de la realidad que se vive. Vivir en Estados Unidos es saber que en cualquier momento y lugar se puede formar un tiroteo.

Por ejemplo, el otro día estaba en el centro comercial, y la empleada que me atendía tenía un radio por el que le hablaban. No sé qué le dijeron. Pero se entendió como si hubiera alguien armado en la tienda. Añadámosle a esto que unas semanas antes se reportó un hombre armando en ese mismo mall. Yo miré a mi alrededor. Me quedé tranquila porque, si de verdad había alguien, con correr no iba a resolver nada porque las balas son más rápidas que yo. “Me tocó a mi también”, pensé, y decidí que si de verdad estaba pasando, lo único que tenía que hacer era seguir instrucciones. Al final no pasó nada. Pero yo estaba lista para los tiros.

Y es que en este lugar liderado por Donald Trump te pueden disparar a cualquier hora. No existe lugar seguro. Tanto así que una de las razones por las que no tendría hijos aquí, es porque no hay Dios que me haga pensar que las escuelas son seguras. Usted manda a su muchachito para la escuela, y cualquier pendejo con una pistola que compró en Walmart puede dispararle porque sí. Porque puede. Porque sintió las ganas. Porque no pudo controlar sus demonios.

Esta vez fueron universitarios. Que es lo mismo que un niño en la escuela. Los años universitarios son para eso: estudiar e ir de fiesta. Pero estos jóvenes no pudieron hacer ni eso, porque un tipo decidió ponerse un abrigo negro y matar a personas que estaban bailando un miércoles por la noche.

Yo no sé qué cómo se puede mejorar la salud mental de este país. Yo no sé cuándo se van a endurecer las leyes para controlar el acceso a las armas de manera que estemos seguros de que quienes las tienen no van a matar a Raimundo y todo el mundo. Yo no sé. Lo mío es escribir y trabajar con boxeadores.

Lo que sí sé es que Estados Unidos será muchas cosas, pero seguro no es. Aquí unos viven armados y otros viven con miedo.

Por: Karla Figueroa
@LaKarlaFigueroa

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Karla Figueroa

I’ve been interviewing independent & underground Latino musicians since I graduated from The Ohio State University in 2012. I do it because I don’t sing nor rap and I wish I could. I do it because I’m obsessed with Latino Culture. I do it because writing about musicians is my way of art. I do it because everyone has a story but specially artists. And I do it because, hello! I love music and through this I get to discover the best sounds ever! I'm also very involved in the MMA and Boxing industry in L.A., where I help organize fights. Oh, and I created PELEA 🤘🏽